domingo, 28 de agosto de 2011

Día 3 - Domingo 31 de julio de 2011: Contra todo pronóstico

Contra todo pronóstico la salida de Montgofre resulta más lenta de lo que esperábamos. A estas alturas ya hemos aprendido dos valiosas lecciones. Una de las cuales condicionará nuestro menú de ahora en adelante. La primera consiste en que si no nos damos caña en desmontar el campamento por la mañana se nos hace demasiado tarde. La segunda, la condicionante, la más importante, es que necesitamos industrializar los desayunos y, por encima de todo, las cenas. Para el que no esté familiarizado con el término, industrializar (o hacer cenas industriales) consiste en aumentar de forma obscena las cantidades de comida (o materia a ingerir), aunque eso suponga una caída de la calidad de esta, o suponga la combinación estratégica de varios menús en uno (véase sopa de fideos y sopa de ave).

Así que, para asegurarnos de que la idea cale en la tripulación, el coronel y yo (Tuga) nos amotinamos contra Sir Cooker Phoney (the cook), consiguiendo bonuses como segundos platos, guarniciones, extra de farda, golosinas de sobremesa y otras ventajas sociales que desgraban de hacienda.

Zarpamos tarde, y nos deleitamos y regozijamos en reseguir con todo lujo de detalles la orografía de la isla, y haciendo slalom entre las rocas.

Visitamos s'olla, una preciosa roca que forma un círculo casi cerrado, en el que se puede entrar y que tiene una pequeña playa en el medio.


Entre pitos y flautas, rocas y ollas se nos hace tardísimo. Nos tenemos que dar caña. Parece ser que al viento también se le hace tarde y decide levantarse con fuerza, como si nos dijera ¡No sin mi permiso! pero no necesitamos el permiso del viento ni del agua ni del capità planeta (toma ya!) y seguimos a lo nuestro, a base de remar totalmente por el lado derecho porque el viento se nos llevaba a la derecha con fuerza todo el rato.

Con mucho esfuerzo llegamos a Fornells, con la lengua fuera, donde nos esperaba una buena ducha, según las indicaciones del mapa. Piratas 1 - 0 Viento. Pero no encontramos las duchas prometidas. Condenamos a todos los cartógrafos vivientes y ancestrales, nos arrepentimos de ello y perdemos el punto, que lo ha ganado la sal. Sal 1 - 0 Piratas.

Según todo pronóstico, hacemos una compra (harto industrial) para afrontar los 3 días que vienen, durante los que no tendremos ocasión de comprar nada, por la ausencia de pueblos civilizados (sólo hay tribus indígenas que veneran a las distintas razas de lagartijas autóctonas de la región). Joan nos alegra el día cuando aparece con una golosina tubular de medida kilométrica, si la memoria no me traiciona.

Después de comer tardérrimo (pasadas las 16:00) seguimos hacia cala Tirant, donde llegamos antes de lo esperado. Cerca de las 18:30. Hemos vencido al viento, pero las duchas no han dado señales de vida...seguramente no tendremos problemas graves a causa del mix sal+mugre, pero a este paso no necesitaremos ni saco ni almohada hinchable para protegernos del frío ni de los mosquitos.



Ponemos los kayaks en formación cuadrado. Nuestra única, y por ello favorita, colocación, montamos el toldo y cenamos. De postre toca a cada uno una porción de varias leguas de la golosina tubular. El capitán nos deleita con algunos aguarrotines (agarrotines que se definen por ser particularmente cochinos, marranos, serranos, soeces, morbosos y cosas mucho más gordas que no se pueden decir en interné). Mientras tanto Marcos ya ha caído dormido. Ha sido un día largo y duro. Mañana más.



Buenas noches.

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